Crónicas de un hombre serio / Anecdotario
El Elcano modernoseptiembre 2022
El Calendario Oficial de Fiestas Laborales de la Comunidad Autónoma de Euskadi para el año 2022 declara feriado el 6 de septiembre, día en que se celebra el “V Centenario de la Vuelta al Mundo capitaneada por Juan Sebastián Elcano” (sic). Con motivo de la efeméride, el suplemento dominical de EL DIARIO VASCO (4-9-2022) publica un reportaje de Borja Olaizola que lleva por título Elcano se baja del pedestal. El reportaje está encabezado por el Retrato de Elcano que pintó Ignacio Zuloaga en 1921, con motivo de la celebración del Cuarto Centenario de la Primera Vuelta al Mundo.
Al abrir el periódico y encontrarme con la reproducción del famoso retrato, sentí añoranza del día en que esperaba el comienzo de una reunión de las muchas a las que asistí junto a mi compañero de fatigas sindicales Mikel Ollokiegi. La reunión se celebraba en el Salón Elkano, ubicado en la planta noble (sic) del Palacio de la Diputación Foral de Gipuzkoa. Y fue Mikel el que puso palabras a lo que ambos habíamos pensado las muchas veces en que habíamos mirado el enorme cuadro que ocupa una de las paredes del salón.
Les propongo que dediquen unos segundos a mirar con atención la cara del protagonista del cuadro y tomen nota de la impresión que les suscita. Y les ruego que, después, se tomen unos breves instantes para leer El enigma del cuadro, uno de los primeros textos publicados en este blog. Apuesto a que hay un alto grado de acuerdo en que la impresión que trasmite el Elcano del cuadro corrobora la tesis de Jesús Gutiérrez Arosa sobre las aficiones etílicas de quien hiciera de modelo del cuadro, que no fue otro que el veterinario Pío Gogorza.
Esta imagen moderna del marino de Getaria compite con la clásica, que lo representa “con barba y gorro emplumado”, tal y como se indica en el reportaje periodístico antes citado. Lo curioso del asunto es que ambas imágenes han sido reproducidas en billetes del Banco de España: el Elcano clásico, en el billete de 500 pesetas de abril de 1931; el moderno, en el de 5 pesetas de marzo de 1948. ¿Hubiera merecido la imagen del ínclito Gogorza un billete de, al menos, tanto valor nominal como la del Elcano clásico? En cualquier caso, le queda la compensación de presidir el Salón Elcano por toda la eternidad foral.