Crónicas de un hombre serio / Cantando, que es gerundio
Mulata hasta los piesfebrero 2021
Desde Cenicienta hasta Pretty Woman, pasando por las mil y una novelas de Corín Tellado. Fábulas de mujeres que se toparon con hombres que las quisieron de verdad y que, según auguran los escritos, las amaron para siempre. Relatos idealizados en que los príncipes se hicieron buenos -o mejores- para rescatar a sus princesas y ofrecerles una vida feliz. Con perdices incluidas. Historias de amor que han llenado las páginas más amables de la literatura más machista. Una versión, a ritmo de salsa, es la que cuenta que es Ella, mulata hasta los pies, la que lo salva a él, yanqui rubito (y republicano). Ella y él (1996) es una composición del cantautor Ricardo Arjona (Guatemala, 1964).
Ella y él
Ella es de La Habana; él, de Nueva York.
Ella baila en Tropicana; a él le gusta el rock.
Ella vende besos en un burdel;
mientras él se gradúa en U. C. L. A.
Ella es medio marxista; él es republicano.
Ella quiere ser artista; él odia a los cubanos.
Él cree en la Estatua de la Libertad,
y ella, en su vieja Habana de la soledad.
Él ha comido hamburguesas;
ella, moros con cristianos;
él, el champagne con sus fresas;
ella, un mojito cubano.
Ella se fue de gira a Yucatán;
y él, de vacaciones al mismo lugar.
Mulata hasta los pies; él, rubio como el sol.
Ella no habla inglés; y él, menos español.
Él fue a tomar un trago sin sospechar
que iba a encontrar el amor en aquel lugar.
Lo que las ideologías dividen al hombre
el amor, con sus hilos, los une en su nombre.
Ella mueve su cintura al ritmo de un tan-tan
y él se va divorciando del Tío Sam.
Él se refugia en su piel, la quiere para él,
y ella se va olvidando de Fidel.
¿Qué sabían Lenin y Lincoln del amor?
¿Qué saben Fidel y Clinton del amor?
Ella se sienta en su mesa; él tiembla de la emoción.
Ella se llama Teresa y él se llama John.
Ella dice "hola, chico"; él contesta "hello".
A ella no le para el pico; él dice "speak slow".
Él se guardó su bandera; ella olvidó los conflictos.
Él encontró la manera de que el amor salga invicto.
La tomó de la mano y se la llevó.
El yanqui de la cubana se enamoró.
Lo que las ideologías dividen al hombre
el amor, con sus hilos, los une en su nombre.
Ella mueve su cintura al ritmo de un tan-tan
y él se va divorciando del Tío Sam.
Él se refugia en su piel, la quiere para él.
Y ella se va olvidando de Fidel.
¿Qué sabían Lenin y Lincoln del amor?
¿Qué saben Fidel y Clinton del amor?
Ahora viven en París.
Buscaron tierra neutral.
Ella logró ser actriz; él es un tipo normal.
Caminan de la mano, calle Campos Elíseos,
como quien se burla del planeta y sus vicios.