Crónicas de un hombre serio / Escritos con y para el corazón
Lisaagosto 2024
Nos costó llevarnos bien. Aunque eras grande y con aspecto fiero, cada vez que nos encontrábamos te escondías y comenzabas a gruñir. Con el paso del tiempo, cuando te fuiste haciendo mayor y nuestras edades biológicas empezaron a acercarse, la relación se fue haciendo más cordial. No hace demasiado, cuando el final ya se vislumbraba en el horizonte, aproveché aquella ocasión en que nos quedamos a solas para darte las gracias, y también para despedirme. Deseaba agradecerte haber vivido toda tu vida con Mikel, pasando a su lado durante ese periodo -al final han sido trece largos años- más tiempo que cualquier humano. Contigo mi hijo ha aprendido lecciones y tejido recuerdos que lo acompañarán para siempre. Tras darte las gracias, aproveché para decirte que te quería. Por todo lo que has representado para él. Y también porque en tu escucha silenciosa y tu mirada húmeda percibí la complicidad de compartir el afecto hacia quien te había cuidado desde que eras una cachorra y lo iba a seguir haciendo hasta el último momento. Siempre te tendremos en nuestro recuerdo. Agur, Lisa.