Crónicas de un hombre serio / Escritos con y para el corazón
Vejezdiciembre 2020
Este 2020 que finaliza ha sido un año complicado. Al acabar, a cada persona le habrá dejado un regusto distinto. A Ramón Bilbao Manzárraga le ha inspirado el poema VEJEZ; a mí, la esperanza de alargarla -la vejez- para poder ver crecer a mi nieto Pol. Concebido y gestado en este año de pandemia, nacerá un día de estos, en el comienzo de un 2021 en que el protagonismo será para las vacunas y, por tanto, para la ciencia. A él quiero dedicarle un pensamiento recientemente releído: el siglo XX -un siglo que cuando crezca le parecerá lejano, viejo y terrible- fue una demostración de que “el triunfo de los ideales de la justicia y la igualdad siempre es efímero, pero también [de] que, si conseguimos preservar la libertad, siempre es posible comenzar de nuevo… Es necesario conservar la esperanza incluso en las situaciones más desesperadas” (Leo Valiani, historiador). A Pol, a mis otros nietos y otras nietas, y a las nietas y nietos de mi amigo Ramón les tocará empezar de nuevo. Bienvenido a la lucha por la vida, Pol.
La Vida ya no me quiere
-desde hace años- por Viejo
y sin embargo La Muerte
sigue “echándome los tejos”.
Y yo voy deambulando
con este saco de huesos
a ver si me sale El Diablo
y me los cambia por nuevos.