El blog de Javier García Aranda

Oigo bastante la radio. Evito sistemáticamente los magazines. Pero, un día, sin saber cómo, me encontré escuchando un espacio en que los oyentes contaban anécdotas. Se trataba de citar situaciones reales, en las que ciertas expresiones o frases hechas habían sido utilizadas trastocando alguna palabra clave que modificaba de forma sustancial su significado.

Una persona contó que había acudido a dar el pésame a una señora cuyo esposo había fallecido. Y al ser preguntada por las causas de la muerte del susodicho, la viuda decidió ser concreta y concisa. Para ello, optó por atenerse -o, al menos, intentarlo- a la expresión que l@s médic@s habían utilizado al respecto y que, según su versión, era: fallo multiorgásmico.

De confirmarse el supuesto megafallo como hecho causante del deceso, pediría a voces un brindis en honor del finado y de su viuda, por haber puesto punto final a su vida en común de manera tan apoteósica. Por cierto: ¡creo que más de uno también nos apuntaríamos a este método para hacer el tránsito!