Historias / Microrrelatos
Missinoviembre 2024
Me han invitado a conocer personalmente a Missi. Me lo estoy pensando. No sé si nos vamos a gustar. Está claro que tengo un dilema.
Como la protagonista de la canción, tiene cosas de blanca, algunas de negra, y también de india: una mirada inquietante. Es todavía joven, pero ya ha experimentado en sus propias carnes lo duro que es adaptarse al mundo. Su frustración sería todavía mayor si fuera consciente de que no podrá disfrutar de algunas de las libertades que más valoran las hembras de su edad. Pero, en su ignorancia, y aunque se va poniendo jamona precozmente, ha aprendido a disfrutar de lo que la vida le va dando. Es cariñosa, curiosa, juguetona y muy lista. Está siempre preparada para no dejar pasar ni una ocasión, ni de día ni de noche, para disfrutar del contacto humano que tanto le gusta.
En teoría, no ha sido maltratada, sino todo lo contrario. Hay bastante consenso social al respecto: la Ley señala que debía ser esterilizada. El momento llegó cuando empezó con sus maullidos de criatura humana. Es posible que, si le hubieran dado a elegir, habría preferido andar una temporada a su aire, buscándose el condumio de cada día por las calles del barrio y esperando un buen aspirante para procrear. Como compensación a su obligada renuncia a los placeres de la libertad, disfruta de un hogar, dulce hogar. Allí tiene el plato de comida asegurado y ha quedado exenta de las angustias previas al cortejo. Son los beneficios y las servidumbres de haber nacido, y sobrevivido, en una sociedad tan (supuestamente) civilizada.