Historias / Sucedidos
¿Y ahora qué, Javier?junio 2024
Todo empezó cuando me pregunté cómo sería subirse a un escenario para interpretar a un personaje de una obra de teatro. Y pensé que no hay mejor manera de encontrar la respuesta que llevar a cabo la experiencia. La oportunidad me la ofreció el taller de teatro de la asociación Helduen Hitza. Este es un breve repaso del proceso seguido durante los últimos meses, que ha culminado con el estreno de la obra ¿Y ahora qué?
Hacer teatro no ha sido mi primera experiencia en un escenario, ya que me he subido bastantes veces para cantar. Tampoco era novato en lo de hablar en público; a lo largo de mi vida profesional hacerlo ha sido algo habitual. Y lo de representar un papel tampoco me pillaba de sorpresa: cuando la profesora, autora y directora Cristina Torres me preguntó si tenía alguna experiencia, le respondí que en la vida siempre estamos representando algún papel y que solo algunas veces hacemos de nosotros mismos.
Una vez que me fue adjudicado el papel de Carlos el zapatero, tras haber leído con detenimiento cómo se comportaba en la obra, la directora me pidió que elaborara su historia, que me imaginara su recorrido vital hasta llegar a convertirse en el personaje de la obra. Y con ese propósito escribí ¿Y ahora qué, Carlos? Un retrato que he tenido en mente durante los últimos meses, para resolver las contradicciones a las que se enfrenta el personaje.
Y llegó el día de representar la obra delante del público. Y comprobar después que, a pesar del limitado aforo de Lugaritz K. E, hay personas que, sin saber mi nombre, me identifican como Carlos el zapatero. Y verme en la grabación, y reparar en pequeños detalles. Y sentirme parte de un grupo de actrices y actores del que he pasado a formar parte para siempre. Y tener presente durante el verano que volveré a ser Carlos en las representaciones previstas para comienzos del otoño.
Así que no tengo más remedio que preguntarme ¿y ahora qué, Javier? Y solo puedo responderme que tengo que reservar tiempo en mi vida y espacio en mi mente para interpretar nuevos personajes. ¿Cuáles me tocarán? No importa si tienen muchas o pocas frases o si están poco o mucho tiempo en escena: serán mis personajes. Y dejarán huella en mí. E intentaré, también, dejar mi pequeña huella en ellos.