Negro sobre blanco / Apuntes
Alteridadagosto 2024
Mantener una postura intelectual que propicie el diálogo y la discusión es la mejor opción para posibilitar un adecuado intercambio de ideas con cualquier grupo humano distinto al nuestro. Una interpretación más fraternal de esta actitud es asumir que lxs otrxs, que es como suele percibirse a las personas que no pertenecen a nuestra cultura o grupo social, son nuestrxs compañerxs de viaje.
Esta forma de acercarse a lxs otrxs, además de ser imprescindible para llevar a cabo con honestidad intelectual cualquier trabajo social, es especialmente adecuada para interpretar el mundo en este tiempo histórico. Y lo es porque, además del respeto hacia la alteridad, es decir, a su condición de ser otras que tienen las personas integrantes de cualquier grupo social o cultural con las que compartimos el planeta Tierra, subraya “la unidad de la especie humana” (Pujadas, 2002). Esta idea, más allá de consideraciones antropológicas o éticas, es un imperativo estratégico para el futuro de la humanidad. En efecto, la globalización propiciada por un desarrollo tecnológico sin par en la historia hace obligatorio mirar al resto del mundo desde el convencimiento de que todxs somos compañerxs de viaje. Un viaje que nos puede llevar hacia una sociedad global más justa e igualitaria o hacia la distopía más delirante.
Post scriptum: pertenezco, por edad, a una generación que se acostumbró a vivir bajo la amenaza de la MAD (siglas en inglés de destrucción mutua asegurada). Era como se denominaba al estado de equilibrio entre las potencias atómicas durante la Guerra Fría que siguió a Segunda Guerra Mundial. Como ya escribí hace unos años, la apocalíptica expresión ha caído en desuso, pero la situación real sigue siendo parecida. O, quizás, peor.