Negro sobre blanco / Reflexiones de un estudiante de “letras”
La etnografía como instrumento para transitar entre lo psicológico y lo sociológicoseptiembre 2024
La antropología es definida en el diccionario en línea de la Real Academia Española como “conjunto de ciencias que estudian los aspectos biológicos, culturales y sociales del ser humano”. A esta definición hay que añadir, como señala el antropólogo Conrad Kottak (2006), que esa exploración de la diversidad humana se realiza “en el tiempo y en el espacio”. Pues bien, el instrumento metodológico por excelencia de las disciplinas científicas que conforman la antropología es la etnografía: metodología para recoger y analizar datos empíricos y para elaborar explicaciones y teorías sobre las sociedades humanas y sus culturas. Es, por tanto, el mejor recurso para, con rigor científico, dirigir la mirada hacia las sociedades humanas.
Tradicionalmente la investigación etnográfica ha estado asociada con el estudio de sociedades ubicadas en parajes recónditos y que, a menudo, han sido analizadas desde el etnocentrismo de investigadores que consideraban superior su cultura de origen. No obstante, hace tiempo que la metodología etnográfica también se aplica al estudio de grupos y fenómenos sociales de sociedades contemporáneas de todas las latitudes. Ejemplo de ello son las monografía de Marc Augé (1935-2023), una de las cuales ha motivado el trabajo académico que se adjunta, que versa sobre como viajar en el metro de París con mirada etnográfica. Viaje y mirada que llevan a reflexiones y conclusiones que apuntalan la tesis de que: “El método etnológico no tiene como objetivo final el individuo (como el de los psicólogos), ni de la colectividad (como el de los sociólogos), pero sí la relación que permite pasar del uno al otro” (Marc Augé, 2007).
1.- Marc Augé: profesor, investigador y autor.
Marc Augé (1935-2023), antropólogo francés especializado en etnología, ejerció como profesor en la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales de París y dirigió investigaciones en el Centro Nacional para la Investigación Científica. Fue un autor prolífico que, desde la consideración de que la etnografía no es solo una forma de mirar lo lejano o exótico, sino también un instrumento para estudiar el mundo contemporáneo1, acuñó conceptos útiles para analizar la sociedad posindustrial, tales como sobremodernidad y no-lugar.
Según Augé (2007), en la actual sociedad global, los elementos constitutivos de la modernidad no se han extinguido, sino que, por el contrario, se han multiplicado y acelerado, dando como resultado un exceso de modernidad o sobremodernidad, generada por la sinergia entre la proliferación de información e imágenes y el exceso de individualismo pasivo. En la sobremodernidad coexisten la progresiva uniformización que conlleva la globalización y los particularismos que acompañan el simultáneo auge de lo local e identitario.
Así mismo, partiendo de que lugares antropológicos son aquellos que tienen valor simbólico (por su significado histórico, por ser referencias vitales individuales o por ser marcos de interacciones interpersonales), Augé (2007) propone el concepto de no-lugar. Son espacios que no aportan contenido a la identidad de las personas que transitan por ellos para ir de un lugar antropológico a otro. No obstante, advierte que la consideración de un espacio como lugar o no-lugar es algo relativo, pues puede variar según los momentos o los usos y funciones que desempeñe en la vida de las diferentes personas.
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