El blog de Javier García Aranda

Como se señala en geo.euskadi.eus la que en su diseño original se denominaba “ciudad deportiva de Anoeta” fue construida en los años 50 del siglo XX con un programa propio de la época: albergue juvenil; pistas descubiertas de baloncesto, balonmano y hockey; campo de fútbol de gravilla; piscina de 25 m con trampolín olímpico; gimnasio, pista de tenis y pista de atletismo de ceniza (que luego sería sustituida por material sintético). Posteriormente, hasta bien entrados los años 70, se fueron agregando otras instalaciones cubiertas (pabellón, frontón corto, trinquete, frontón largo), un velódromo (posteriormente se cubriría y se instalaría en su interior una pista de atletismo) y una pista de patinaje sobre hielo. En definitiva, un conjunto muy importante de instalaciones de uso casi exclusivo para el entonces conocido popularmente como “deporte federado”, propias de un tiempo en las que la práctica deportiva estaba limitada a segmentos concretos de la población. La foto antigua corresponde a su estado en los años 60 (algunas de las instalaciones antes señaladas todavía no aparecen); al fondo se ve el barrio de Amara-Berri en plena expansión y, como frontera separadora, las vías del “Topo”.

A finales de los años 80 se tomó la decisión de que, en sustitución del viejo Atotxa, se ubicara en Anoeta el campo de fútbol en el que iba a jugar la Real Sociedad. Esto iba a condicionar de manera sustancial el futuro del complejo deportivo. También entonces se optó por que la nueva instalación fuera un “estadio”, es decir, que el fútbol campo de fútbol estuviera circundado por unas pistas de atletismo. En 1993 se inauguró el Estadio de Anoeta, y en este año 2020, al que corresponde la foto moderna, se ha finalizado la costosa -y, a mi juicio, poco afortunada- intervención para eliminar las dichosas pistas (que apenas han sido utilizadas, como en 1990 ya se sabía que iba a suceder).