Crónicas de un hombre serio / Anecdotario
El enigma del cuadro2014
En la planta noble del palacio de la Diputación Foral de Gipuzkoa, donde se ubican los despachos de los diputados forales, está el Salón Elcano. Es una dependencia con una mesa regia y unas sillas imponentes, presidida por un cuadro de Zuloaga de grandes dimensiones que representa a Juan Sebastián Elcano.
Desde la primera vez que vi el cuadro, la cara de Elcano me dejó impresionado. La sensación era la misma cada vez que volvía a ver el cuadro aunque, dada la entidad del autor del cuadro y del personaje representado, me abstuve de hacer comentario alguno.
Un día, otro compañero y yo estábamos en el citado salón esperando el comienzo de una reunión, y mientras hacíamos tiempo ambos nos entreteníamos contemplando el cuadro. Y en esas estábamos cuando, con toda naturalidad, mi compañero hizo un comentario que acabó definitivamente con mis dudas sobre la impresión que me causaba la imagen del insigne navegante. Aunque la frase fue más contundente, el comentario hacía referencia a que el susodicho Elcano del cuadro tiene aspecto de haber catado a menudo abundantes cantidades de jugo de uva... fermentado.
Y así quedó la cosa hasta que, en el año 2006, el historiador eibarrés Jesús Gutiérrez Arosa publicó un artículo sobre el asunto (Eibar Revista Popular; nº 74). Al parecer, tras recibir de la DFG el encargo de pintar el cuadro, Zuloaga fue a Getaria, villa natal del marino, a recoger documentación sobre el personaje, pero “no pudo encontrar ningún documento gráfico en el que se recogiese la fisonomía del navegante”. La única información que el pintor consiguió fue que Elcano “tenía la típica tipología de la raza vasca” (sic), por lo que decidió proponer a una persona que, a su juicio, se ajustaba al prototipo que hiciera de modelo para pintar el cuadro.
El elegido fue el entonces veterinario de Zumaia, Pío Gogorza, “muy conocido por su carácter bohemio y por su afición a la bebida”. Y efectivamente: el Elkano del cuadro tiene cara de borrachín impenitente. Por cierto, el apellido del modelo parece escogido ex profeso por el mismísimo Forges.