Crónicas de un hombre serio  /  Pequeñas cosas

Tiempo de guerramarzo 2022

Los hombres ucranianos entre 18 y 60 años no pueden abandonar el país: han sido conminados a luchar contra los invasores rusos. Entre ellos seguro que hay muchos que tienen madera de héroes que, al igual que un buen número de heroínas, están en disposición de dar la vida por su patria. Y no son pocos los que han renunciado a esperar el desenlace de la guerra desde el país al que habían emigrado para regresar a defender su tierra. También es más que probable que haya otros que, si hubieran tenido la opción de elegir, habrían preferido no tener que empuñar las armas, aun a riesgo de ser tachados de cobardes. Entre estos últimos, habrá quienes no quieran morir ni ser heridos ni resultar mutilados; pero también habrá más de uno que estaría dispuesto a morir, pero que no está dispuesto a matar. Todas las opciones son respetables y, por tanto, deberían ser respetadas. Pero en tiempo de guerra no tienen cabida las sutilezas. 

Sutilezas como las de aquel presidente de ficción que había preparado para arengar al ejército el siguiente discurso: “Estamos en guerra. Tenéis que matar al enemigo: es la ley de la guerra. Matar significa acabar con su vida. Matar no es violar, ni torturar, ni mutilar. Por tanto: no violéis; no torturéis; no mutiléis. Matar sólo es matar. Para matar al enemigo ni siquiera es necesario humillarlo. Algún día, la guerra acabará. Y tendréis que vivir con lo que habéis oído, con lo que habéis visto, con lo que habéis hecho. Sois soldados. Debéis matar al enemigo y ganar la guerra. Sin violar; sin torturar; sin mutilar. Sin humillar. Quizás podáis sobrevivir. Quizás podáis vivir después”. ¿Creen que Zelensky lo haría suyo?¿Y Putin? El presidente de ficción no llegó a pronunciar su discurso.

Otros textos de  'Pequeñas cosas'

¿Quieres hacer algún
comentario sobre este texto?

Contacto
contacto





Información básica sobre protección de datos.

Responsable: Javier García Aranda.
Finalidad: gestionar la suscripción al blog y la comunicación entre el autor y el usuario o la usuaria; moderar los comentarios que se realicen sobre el contenido del blog.
Legitimación: consentimiento del interesado o interesada.
Destinatarios: no se cederán datos a terceros, salvo por obligación legal.
Derechos: acceder, rectificar y suprimir los datos, así como otros derechos recogidos en la política de privacidad.

Utilizamos cookies propias para adaptar el sitio web a sus hábitos de navegación. Si quiere conocer más información sobre el uso de cookies, visite nuestra Política de cookies.

Acepto la política de cookies