Negro sobre blanco / Apuntes
Distancia de seguridad para los feliponesmarzo 2020
Los medios de comunicación se han hecho eco de la recomendación de guardar cierta distancia de seguridad para prevenirse de los felipones. La amenaza no tiene nada que ver con el ciudadano Felipe ni con sus acérrimos seguidores. Se trata de poner un margen de salvaguarda ante las gotitas de saliva o felipones (término de extendido uso popular no hace tanto tiempo) que pueda emitir cualquier persona sospechosa (o sea, a estas alturas, casi todas) de ser portadora del internacionalmente famoso coronavirus COVID-19 (que el nombre del bicho tenga también connotaciones monárquicas es pura casualidad).
Los más optimistas son los italianos, que han situado el margen de seguridad en un metro (obstáculo que no parece difícil de superar para un felipón de cierto nivel). Hay quien dice que, en caso de estornudo, la distancia recorrida por un felipón puede llegar a los ocho metros. Marca que, en buena lógica, podría ser superada si quien emite el misil es alguien con capacidades extraordinarias (como, por ejemplo, el secretario general del PP, el señor Teodoro García Egea, en cuyo currículum figura la proeza de ser campeón del mundo de lanzamiento de huesos de aceituna). ¡Ay, señor, señor, líbranos de los felipones! (que, por el momento, no nos vamos a librar de los Borbones).