Negro sobre blanco / Las tesis del aitona
El pasado es impredecibleseptiembre 2023
Escuché la frase en la serie Fargo, y me quedé con ella. Por el personaje que la pone en escena, entre las opciones que he encontrado elijo atribuir su origen a un invento del pueblo ruso para reírse de sí mismo y de las dudas razonables que ofrece su propia historia.
La afirmación sobre lo impredecible del pasado podría ser protagonista de lo que en el Nadie sabe nada de Andreu Buenafuente y Berto Romero es denominada por el primero sección de filosofía barata, ante la manifiesta desgana del segundo por participar en ella. En ese registro, debería aceptarse que, en efecto, el pasado no se puede predecir, porque si, según explica el María Moliner, predecir es “anunciar por revelación, suposición, etc., algo que ha de ocurrir en el futuro”, debemos convenir que no se puede predecir lo que ya ha ocurrido en el pasado. Sin embargo, la aseveración tiene más enjundia si se sitúa en un discurso más propio del universo fargiano: tal y como señala en su blog Juan Antonio Vela citando a Lewis Carroll, “Lo único importante es saber quién manda. Este es quien decide tanto el futuro como el pasado”.
En un ámbito más doméstico, con menos proyección metafísica pero probablemente con más enjundia para la vida de cada cual, está la otra visión del pasado impredecible: la multiplicidad de versiones de los hechos y de las explicaciones sobre sus consecuencias que tienen las personas que los han vivido. Siempre que los hayan vivido in situ, claro, porque si quien interpreta el pasado no estaba presente lo que cuenta solo es un relato, una simple versión de la multiplicidad de historias. Y entonces es obligatorio volver a que lo importante es quién la cuenta o quién decide cómo debe ser contada; en definitiva: quién manda. En cualquier caso, sin salir del universo fargiano, como concluye otro personaje, más entrañable, el quid de cualquier historia radica en saber quién elige lo que recordamos y lo que olvidamos.