Negro sobre blanco / Opinatorio
La bandera del pollooctubre 2018
Gabriel Rufián acostumbra a desarrollar su tarea como diputado por Esquerra Republicana de Catalunya en el Parlamento de Madrid con ciertas dosis de histrionismo. Incluso hay quien piensa que, en ocasiones, traspasa los límites de la corrección que exige el ejercicio de representar a la ciudadanía. Pero no cabe duda de que su forma de decir las cosas casi siempre resulta impactante y, si no insiste demasiado, puede resultar hasta divertida. Es el caso de su alusión a la bandera española de los tiempos de Franco, aquella que llevaba un águila en el centro.
La mayor parte de las personas que nacimos y crecimos en la siniestra época de la dictadura, que vivimos la transición política con esperanza de cambio y que observamos con cierta expectación cómo se quitaba el águila de la mencionada bandera no tenemos dificultad para identificar a qué se refería el diputado Rufián cuando, en sede parlamentaria, utilizó la expresión la bandera del pollo, en clara alusión a la enseña preconstitucional. Sin embargo, una diputada del PP, de cuyo nombre no quiero acordarme, consideró que la expresión utilizada por el catalán era una ofensa a la bandera española y, por extensión, a l@s ciudadan@s que la tienen como símbolo.
Es posible que la citada diputada no captara el chiste del señor Rufián al cambiar la especie del ave de la bandera vigente durante la época franquista; en ese caso, me temo que dicha señora tampoco capta adecuadamente el significado que para l@s constitucionalistas español@s tuvo la transición política y, en concreto, la desaparición del bicho de la bandera. Otra opción es que, con su protesta, la señora diputada pretendiera reivindicar que la bandera del pollo era representativa -antes y/o ahora- del conjunto de la ciudadanía y, por tanto, debe ser respetada como símbolo del imaginario colectivo de la nación española; en ese caso, la diputada del PP tendría un problema más serio, y el señor Rufián habría tenido el acierto de haberlo puesto de manifiesto. Y una tercera posibilidad es que la pepera en cuestión viva cerca de Vistalegre y los recientes ecos de VOX le hayan obnubilado las meninges.